...al pie de la granada,un pájaro... (Antonin Artaud)

lunes, 25 de marzo de 2013

Comentan por ahí que deseando con toda la fuerza del corazón alguna cosa, se cumple, siempre, no falla, tarde o temprano lo que uno desea con todo el corazón, exprimiéndolo, usando todo su santo jugo rojo, se cumple. Un día me decidí a probarlo. Desee con el corazón, mejor dicho, fije mi motor en la rueda que lo hace girar, a partir de el ejecute cada pensamiento, cada acción, toda el agua que circula en mi fue puesta a disposición del corazón. Mi deseo jamás se cumplió, es mas, pareciera como si se hubiera alejado con la misma fuerza con la que apreté mi corazón en esta jugada que fue todo un fracaso. Se me ocurrió desear con otras partes del cuerpo, pero solo cosas simples, banales, la experiencia con el corazón me había dejado traumado sobre el asunto de los deseos y no estaba en mis planes alejar ningún deseo mas. El resultado fue claramente alentador, los pequeños y triviales deseos que fije como prueba fueron satisfechos sin demasiados esfuerzos, por las partes mías que hicieron las veces de mi. Fue muy desgastante, es cierto, jamás había visto mi cuerpo tan rojo y alerta. Para la próxima oportunidad ya sabre que solamente deberé desear una cosa por vez, sino mi cuerpo envejecerá mas rápido de lo que lo hace, usare al cerebro como proveedor de mentiras y al corazón nunca mas le pediré un favor.